Nací en Ituango, luego viví en Liborina, donde fui bachiller del Colegio San Francisco de Asís, allí nació mi motivación para escribir, pero decidí guardarlo, hasta que en Angelópolis, recibí mi encuentro con este propósito de vida que me ha hecho vibrar en positivo.

Me considero emprendedora porque desde muy joven viajé a la ciudad de Medellín, para formarme como Comunicadora Social y en la UNAD, pude cumplir ese sueño que veía muy lejano, por mis limitaciones económicas. Para pagar mis estudios; no realicé créditos, ni obtuve la ayuda de mis padres, trabajaba como secretaria en una constructora. Pero como el salario mínimo, no me alcanzaba para todos mis gastos; porque ya me había independizado, disfruté hacer mi carrera y le puse más empeño para acceder a becas.  El resultado fue recibir Grado de Honor. Sin embargo, luego de mi título, nada pasó, me demoré más de año en obtener un empleo ejerciendo mi tan anhelada profesión.

Luego cumplí mi sueño de poner en práctica mi carrera, con un amor y entrega que dejé a un lado mi verdadero propósito, me casé, fui mamá y le seguí dedicando tiempo a todo y a todos, menos a lo que verdaderamente quería hacer.

Después de un suceso de salud, entendí que ya era hora y así llegué a mi primera novela.

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